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Angie Rueda: “Los jóvenes tenemos el clic para el cambio”

Angie Rueda: “Los jóvenes tenemos el clic para el cambio”

Becaria Doctorado Fundación Carolina

Becaria Doctorado Fundación CarolinaEntrevistamos a Angie Carolyne Rueda, becaria que inicia su Doctorado en Ciencia y Tecnología Química en la Universidad Rovira i Virgili. «Me encuentro en mis primeros días como estudiante en la línea de investigación materiales catalíticos y sus aplicaciones en química verde del programa de doctorado», nos explica. Su recorrido hasta aquí no ha sido sencillo; en el 2013 comenzó el pregrado de Química en la Universidad del Atlántico en Barranquilla, años más tarde se incorporó al grupo de Investigación en Fotoquímica – Fotobiología de esta institución y logró una beca para estudiar en la Universidad Autónoma Nacional de México.

A su regreso empezó con la elaboración de su tesis, culminando su pregrado en el año 2019 siendo destacada como la estudiante de mejor desempeño. El año pasado obtuvo la Beca del Programa STEM de la Fundación Carolina para cursar un Máster en Química Aplicada – especialización Química Fina y Nanoquímica en la Universidad de Córdoba, España. Ahora se encuentra afrontando su último reto como estudiante en la línea de investigación Materiales catalíticos y sus aplicaciones en química verde en la URV.

 

P. Has sido beneficiaria de una beca otorgada por la Fundación Carolina . Tu experiencia puede ayudar a estudiantes y profesionales que estén pensando en solicitar uno de nuestros programas. ¿Cómo fue el proceso de solicitud para ambas convocatorias? ¿Ha sido muy difícil?

Es cierto que la solicitud de la beca lleva su tiempo, debes leer bien los programas ofertados, sus fichas técnicas y la información de la universidad, pero una vez nos dispongamos a realizar la solicitud podemos tenerla lista en menos de una semana, no se requieren muchos documentos para realizarla, basta con obtener el documento de nota de equivalencia media en la que se debe tener en cuenta las materias y notas obtenidas en el pregrado, ingresar la información correspondiente a cada año del grado cursado, y listo. El resto de la aplicación solo es llenar los campos con la información personal, formación y experiencia profesional. Existe un último paso en el que debes responder unas preguntas, pero si has decidido aplicar a esta beca, la cual además de formarte, te hará crecer como persona, y eres consciente de los retos que tenemos para mejorar las condiciones socioeconómicas y ambientales de nuestro planeta, responder estas preguntas será pan comido.

Obtener esta plaza de doctorado no ha sido sencillo, es necesario leer las ofertas, enviar correos a los grupos de investigación de interés, mirar oportunidades de financiamiento dentro de los centros educativos, etc. Puede tomar hasta un año encontrar una beca, las aplicaciones no son fáciles de llevar, pero nuevamente la dedicación y la voluntad son de gran importancia en el proceso. Muchas aplicaciones requieren de evaluaciones o fases de evaluaciones constantes, la paciencia es clave también. Para muchas de ellas, la afinidad del programa de pregrado, el puntaje final obtenido y los estudios de máster que den acceso al doctorado son muy importantes.

 

P. Fuiste becaria en el año 2020 del Máster en Química Aplicada de la Universidad de Córdoba. ¿Qué aspectos positivos puedes destacar de aquella formación? Y en general, ¿de tu estadía en España?

Del master podría decir que la formación recibida estuvo muy completa, los profesores y las metodologías de enseñanza que brindan se adaptan fácilmente al estilo de aprendizaje de cada estudiante. Durante la pandemia, las clases fueron impartidas en su gran mayoría virtualmente, pero el contenido impartido fue excepcional. La cantidad de información recibida por día fue muy alta, mi capacidad de concentración se vio desafiada muchas veces, pero siempre tuve el objetivo de aprender cada vez más, lo que me hizo estar atenta y lista para cada evaluación. Tuve la oportunidad de realizar mis prácticas curriculares en una empresa relacionada con la universidad, fue la misma facultad la que me ayudó a encontrarlas, puse en práctica lo que aprendí en la parte teórica que junto con mi experiencia laboral previa se desarrolló de la mejor forma, dejando una buena impresión de los estudiantes del máster y más aún de las becarias carolinas. El proyecto final del máster fue muy enriquecedor,  compartí laboratorio con estudiantes del mismo máster, con estudiantes de doctorado e incluso con los profesores, de todos aprendí mucho.

Sobre mi estadía en España, solo debo decir que creemos que las diferencias culturales son muchas, pero todo se reduce a que somos jóvenes con ganas de mejorar. Sentí mucho apoyo de mis compañeros de laboratorio, mis compañeras de piso y amistades que hice durante la experiencia. La gente fue muy amable en muchas ocasiones, abiertas a ayudar siempre. Viajé y conocí muchos lugares, aprendí de las costumbres, probé un sinfín de platos nuevos, disfruté de las ferias locales, de los fines de semana de inviernos y, aún más, de los fines de semana de verano.

 

P. ¿Qué crees que te va a aportar esta experiencia? ¿A dónde quieres dirigirte profesionalmente tras terminar tu doctorado?

A nivel académico, el doctorado es una formación muy exigente, con lo que estoy segura que esta formación me dará la oportunidad de expandir mis conocimientos, mis aptitudes, mis formas de ver y apreciar la vida, el tiempo libre, el tiempo de enfoque hacia los resultados de la investigación. Estoy dispuesta a dar todo de mi pero también de reconocer cuando debo dar un paso atrás para ver las cosas desde una perspectiva diferente y poder encontrar soluciones que sean necesarias en los momentos en lo que la exigencia esté al máximo.

Siempre he querido ser docente e investigadora en una universidad de mi país de origen, la educación es, a mi parecer, el camino que se debe seguir para dar solución a muchos de los problemas sociales y ambientales que enfrentamos hoy en día.Becaria Doctorado Fundación Carolina

 

P. A tu regreso a Colombia, ¿de qué forma consideras que podrías impactar positivamente en tu país? ¿Cuál es tu ilusión?

Me gustaría aportar todo lo que esté a mi alcance para brindar una educación de calidad a los jóvenes, la educación promueve esa creatividad individual y esa capacidad de cuestionarse que es necesaria para mejorar nuestra participación social, contribuyendo así al desarrollo próspero de nuestro país.  Por otro lado, también me gustaría aumentar la visibilidad de las mujeres en las ciencias, empoderar a las mujeres en un mundo tan dinámico como en el que vivimos, es de vital importancia,  nos dijeron por muchos años que las ciencias, los estudios, los viajes, entre otras cosas, era posible para los hombres, pero considero que con una buena orientación también podemos ser partícipes de todas esas oportunidades e ir por la vida cambiando desafiando nuestra forma de pensar que se encontraba limitada por un sistema creado, en su mayoría, para los hombres.

A nivel ambiental, me gustaría crear más consciencia sobre los problemas y ofrecer soluciones, que en el colectivo, podemos llevar a cabo para mejor la situación y el aprovechamiento de nuestros recursos.

 

P. Los jóvenes tenéis un futuro lleno de oportunidades, pero también de desafíos que afrontar. En tu opinión, ¿cuál es el papel de la juventud para las próximas décadas?

 

Si bien es cierto que como juventud manejamos una presión social para mejorar las consecuencias ambientales, sociales y económicas tomadas por nuestros antecesores, y que muchas veces no lo consideramos justo; también es cierto que tenemos las herramientas para lograr esa mejora; acceso a internet y a la información, a oportunidades de tener una buena educación, tenemos un mejor manejo de las redes de contacto, entre otras cosas. Con todo lo anterior, no digo que sea sencilla la tarea, pero no será difícil.

A nivel individual el desafío que tenemos es el de reconocer y desaprender aquellos hábitos adquiridos en nuestro entorno inmediato, qué de lo que nos dijeron debemos dejar a un lado, y qué otros mejoran nuestras condiciones de vida actuales, esto, sin dejar a un lado el pensamiento colectivo de que nuestras acciones tienen un impacto.  A nivel colectivo, tenemos el desafío de mantener nuestras convicciones intactas, y que aun cuando la falta de credibilidad por nuestra poca experiencia en algunos campos exista, sigamos innovando, opinando y expresando en voz alta nuestras ideas.

Debemos incluir en nuestro día a día hábitos de reciclaje, de cuidado de nuestro medio ambiente, de consumo responsable de la electricidad y de nuestros recursos hídricos, de educar con estos hábitos a quienes nos rodeen, también debemos de ser tolerantes, respetar nuestras diferencias de creencias religiosas, nuestros gustos, nuestras maneras de percibir y actuar en la vida. Ser solidario, ser agente de cambios, apuntando siempre a la igualdad de género, al cuestionamiento y reevaluación de algunas reglas, ser generadores de ideas que favorezcan nuestro crecimiento personal, profesional, económico, social y en el ámbito científico, en todo caso somos nosotros los y las jóvenes quienes tenemos este “clic” para el verdadero cambio.

 

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